lunes, 7 de marzo de 2011

ASÍ NACIÓ NUESTRA ESCUELA

ASÍ NACIÓ NUESTRA ESCUELA.

Escrita por Remo Baratto, exdocente, en ocasión de cumplirse los 25 años de la escuela.

Como todos sabemos, en el mes de agosto de il novecientos ochenta y seis hemos conmemorado los veinticinco años, desde que nuestra querida escuela fue oficializada por el estado Provincial en mil novecientos sesenta y uno.

Esta fue la historia que nos fue contada y festejada al cumplirse las Bodas de Plata.

Pero la historia de la escuela, según averiguaciones realizadas tiene otro origen; que se remonta al año mil novecientos cincuenta y dos y que hoy nos ocupamos de investigar y del cual estamos seguros que muy pocos conocen y reconocen.

Corría ese año y en la Parroquia Jesús Sacramentado, siendo cura párroco el Presbítero Andrés Reghenaz, un grupo numeroso y entusiasta de jóvenes y señoritas de la Acción Católica, quisieron proyectarse en le barrio en actitudes de servicio.

Con esa motivación, comenzó a funcionar en un precario salón al que se le llamaba “El rancho”, ubicado en la parte posterior del templo, un servicio de post-escuela, en donde los niños del barrio que necesitaban apoyo escolar para la realización de sus tareas, encontraban allí diarmanete la “maestra particular gratuita”.

Esa pequeña semillita de mostaza abonada con mucho amor, se fue transformando poco a poco en ese árbol inmenso y frondoso que hoy es la “Escuela Monseñor Carlos Macagno”.

Luego se anexó un club de niños pintores que nucleaba a aquellos pequeños que gustaban expresarse a través del dibujo y la pintura, guiados por un joven llamado Domingo Aguiar.

Esta actividad llevó a constatar, que los edificios de las escuelas oficiales del barrio; “Ingeniero Julio Bello”, “República del Paraguay” y “Jorge Stephenson” que funcionaban en antiguas casas de familias alquiladas para tal fin, no respondían a las necesidades del barrio. Por ese entonces la población escolar crecía y no tenía cabida en ellas.

Fue así, que los padres plantearon la necesidad de la creación de un “Jardín de Infantes” cuya primera “salita” fue el garage de la parroquia que se hallaba en el patio, donde hoy se encuentra el tinglado parabólico.

Así fue que surgió para dar respuesta a una necesidad del barrio y de ninguna manera con el objeto de competir con las escuelas oficiales, haciendo notar la necesidad urgente de ir incorporando cada año un grado más.

Muchísimas personas: como padres, vecinos, maestros, aportaron su esfuerzo, su tiempo, su trabajo y sus desvelos para que cobrara vida una de ls primeras escuelas parroquiales (para algunos la primera de la ciudad).

En esos momentos no existían sueldos, había un a gran cuota de amor y de actitud de servicio.

Algunos de los nombres que se recuerdan de aquellos primeros tiempos y que han pasado por nuestra querida escuela cumpliendo esa abnegada labor docente son los de: Dea Campos, Delia Gramática, Rosita Rosa de Sobrero y otros tantos que colaboraron en esta feliz iniciativa.

Pero en medio de esta tarea tan meritorio aparecen las figuras de dos personas: las señoritas Antonieta Crespi y Teresa Rocco que junto al párroco Andrés Reghenaz hicieron posible con su trabajo fecundo, lleno de amor a los niños y con reconocido espíritu docente, que hoy, nuestra querida escuela sea grande para poder albergar las necesidades de un barrio y para que sus hijos pudieran tener la posibilidad de crecer en una comunidad sana, llena de vida y al amparo del Señor.

Así fue como nació y creció en sus primeros años nuestra escuela “Monseñor Carlos Macagno”.

Gracias Remo por el valioso aporte.